acrílico sobre madera - 35 x 35 cm. - 2011.
El escocés Sir James Matthews Barrie (1860-1937) - ofrece una rica materia prima para la reflexión psicoanalítica.
El autor de la conocida novela "Peter Pan y Wendy. La historia de un niño que no quiso crecer", nos propone las peculiares personalidades de Peter Pan y Wendy, la relación de pareja que establecen y la concepción que tienen acerca del tiempo.
Ellos se conocieron en circunstancias muy especiales. Wendy, en una situación de crisis en la relación con los padres. Peter, viviendo solo de padres en el País de Nunca Jamás, le ofrece a ella llevarla a esa tierra en donde el tiempo está detenido y la vejez y la muerte no existen. La pareja se constituye así, básicamente, sobre el acuerdo de que ambos no envejecerán ni morirán. Cuando Barrie dice que Wendy, antes del formal encuentro con Peter, ya lo conocía porque lo había visto en sueños, está indicándonos que ella ya estaba preparada para dejarse seducir por la propuesta de él: Wendy tenía también su propio País de Nunca Jamás. "Todos nosotros hemos estado allí y aunque no desembarcaremos en esos países nunca más, todavía podemos oír el murmullo de las olas al romper sobre la arena", dice Barrie con mucha certeza. ¿Por qué otra razón, si no, nos seguiremos embarcando en maravillosas aventuras? Entre ellas, la de enamorarnos.
En el inicio de la relación, entre Wendy y Peter se evidencia cómo se seducen prometiéndose mutuamente lo que necesitan. Y cómo cada uno escucha, aunque no haya sido dicho, lo que quiere oír. Wendy necesita irse del lado de su madre porque, ésta le había pedido que no creciera. Sin embargo, ya estaba signada por su nombre: "to wend" significa irse, encaminarse. Peter le ofrece lo que ella necesita: encaminarla a ser la madrecita de muchos niños.
Volar significa para Peter, como para el adicto, "la búsqueda de una sensación opuesta a la caída sin límites que experimentan los bebés cuando la madre falla en su función de sostenimiento". Víctimas de madres que fallan en esta función son, por ejemplo, aquellos Niños Perdidos que se les caían de sus cochecitos a la niñeras cuando estaban distraídas. Wendy también quiere volar pero no por las mismas razones. Para ella significa, como para los pájaros, hacer su propio nido. Y Peter promete cumplirle este deseo.
Desde el comienzo se nos hace evidente que Peter Pan está en la búsqueda del "objeto único". Huérfano y, como vemos en el rastreo de su historia, solitario y ansioso de cariño maternal, se acercaba a escuchar los cuentos que la señora Darling contaba por las noches. Tampoco de besos sabía, fue con Wendy que aprendió.
Ella también ha creído encontrar en Peter a su objeto único. el chiquillo se parecía extraordinariamente al beso del rinconcillo derecho de la boca de mamá Darling". Aunque Wendy no fuera consciente, ese parecido ejerció sobre ella una importancia fundamental ya que hizo que se enamorara de Peter.
La historia de Peter Pan en su totalidad y algunos mojones de la de Wendy, nos hablan del estado de desamparo en el que ambos estaban en el momento de conocerse. Así queda en evidencia como el desamparo opera de motor para la búsqueda del objeto único y el inicio del enamoramiento.
Publicado en la Revista Actualidad Psicológica - Julio de 1991
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